marzo 12, 2015

Decide

El muchacho pensó que debía dejar de lado aquellos pensamientos perturbadores y sin sentido, dejar a un lado sus sueños de joven y pensar fríamente en las cuentas de fin de mes. El muchacho se dio cuenta que su época de muchacho había concluido y que él no lo había notado.

Pasadas las horas reflexionó sobre el vacío en su vida, las horas pasaban y no podía pensar en otra cosa que en sus decisiones. Distraído por un momento, recordó aquellas tardes inocentes, gratuitas y de felicidad que compartió con quien en su momento supo querer. El recuerdo le hizo pensar en sus tardes olvidadas, y esas mañanas desperdiciadas y renegar de aquellas noches de luz de linterna, libros, música y sobretodo confianza en el futuro.

Sin querer se dio cuenta que creía en el destino.